Bajo tierra seca, de César Pérez Gellida, Premio Nadal 2024.
Pues ya tengo
entre manos Bajo tierra seca, trabajo
ganador del Premio Nadal 2024 (30.000 euros), escrita por César Pérez Gellida.
Vamos al lío.
(Descripción de un
sujeto sospechoso con una cicatriz en la mejilla caminando de un lado a otro en
una estación de tren).
Fragmento original:
Un mono azul de faena abierto hasta el pecho sobre una camiseta de tirantes que
un día fue blanca y una gorra de obrero completan su atuendo.
Sugerido: Un mono
azul de faena abierto hasta el pecho sobre una camiseta de tirantes(,) que un día fue blanca(,) y
una gorra de obrero completan su atuendo.
Original: Tanto
de su aspecto como de su complexión física podría decirse que, si bien en sus
años mozos podía presumir de ser un tipo apuesto, hoy día no hay mujer en edad
de merecer que se fije en él.
Sugerido: Tanto
de su aspecto como de su complexión física podría decirse que, si bien en sus
años mozos presumió de ser un tipo apuesto, hoy
día no habría mujer en edad de merecer que se fijase en él.
(Un guardia civil
se fija en él porque le parece sospechoso).
Original: Tampoco
su frenético ir y venir, más propio de un padre
primerizo que de alguien que aguarda la llegada del tren.
(Nota: se
entiende que el autor se refiere a un padre primerizo esperando durante el
parto de su mujer o pareja, pero queda algo extraño y no sabemos a qué clase de
situación de un padre primerizo se refiere. ¿Un padre primerizo… haciendo qué?).
Sugerido: Tampoco
su frenético ir y venir, más propio de un padre
primerizo en el parto de su esposa que de alguien que aguarda la llegada
del tren.
(La pareja de
guardias civiles van a por él).
Original: Sígueme
—le ordena colgándose al hombro la Remington, una carabina que, igual que él,
cuenta con más de veinte años de servicio.
Sugerido: Original:
Sígueme —le ordena(,) colgándose al hombro la Remington,
una carabina que, igual que él, cuenta con más de veinte años de servicio.
Original: Contrariado,
el hombre de la cicatriz en el rostro busca su cédula personal en el bolsillo
trasero del pantalón sin soltar la bolsa, detalle que no se les escapa a los
guardias. El cabo Aguado consiente que sea Lobito quien la compruebe, como si
él no estuviera para tareas menores.
Sugerido: Contrariado,
el hombre de la cicatriz en el rostro busca su cédula (eliminar
personal) en el bolsillo trasero del pantalón sin soltar la bolsa,
detalle que no se les escapa a los guardias. El cabo Aguado consiente que sea
Lobito quien la compruebe, como si él no estuviese
para esa clase de tareas menores.
Original: Román
Aguado es el primero en reaccionar alargando el brazo con la intención de
agarrar al sospechoso de la solapa, pero este responde con un rápido puñetazo
antes de lanzarse a las vías y cruzarlas bajo la
atónita mirada de los presentes.
Sugerido: Román Aguado es
el primero en reaccionar alargando el brazo con la intención de agarrar al
sospechoso de la solapa, pero éste responde con
un rápido puñetazo antes de lanzarse a las vías y cruzarlas bajo la atónita
mirada de los presentes.
NOTA: Según la
normativa actual de la Real Academia Española (RAE) establecida desde 2010 en
la Ortografía de la lengua española, los pronombres demostrativos "éste",
"ésta", "éstos", "éstas" (y sus equivalentes en
masculino y plural) ya no deben llevar tilde en la mayoría de los contextos.
¡Qué pena! Otra adaptación al mundo actual para facilitar el acceso a la
lengua, como a tantas otras cosas y que nada nos cueste un poco más de esfuerzo.
Original: Dos posibilidades se le plantean: seguir
corriendo hacia la tapia que rodea la estación, saltarla y tratar de despistar
a su perseguidor en el entramado de callejuelas; o bien colarse en el almacén
abandonado de la izquierda y buscar el modo de sorprenderle y anularle.
NOTA: persecución
sistemática, como una descripción de guión de cine. “…De la izquierda”, no es
muy adecuado citar izquierda o derecha, ya que no tiene sentido adónde esté
situado, siendo un “valor” intrascendente que comunicar al lector.
Original: Lobito,
que lo ha visto entrar, desenfunda su revólver y lo amartilla antes de echar un
vistazo sin asomar demasiado la cabeza. Dentro, la penumbra reinante parece luchar
contra las zonas iluminadas por los rayos de sol que se filtran a través de las
muchas imperfecciones de la cubierta. El descenso de temperatura es lo primero
que nota el guardia civil al poner las botas en el suelo, cubierto por una fina
capa de polvo sobre la que se han impreso las huellas del calzado de Padilla.
Sugerido: Original:
Lobito, que lo ha visto entrar, desenfunda su revólver y lo amartilla antes de
echar un vistazo sin asomar demasiado la cabeza. Dentro, la penumbra reinante
parece luchar contra las zonas iluminadas por los rayos de sol que se filtran a
través de las muchas imperfecciones de la cubierta. El descenso de temperatura
es lo primero que nota el guardia civil al poner las botas dentro, en un suelo cubierto
por una fina capa de polvo sobre la que se han impreso las huellas del calzado
de Padilla.
NOTA: en el
original nunca dice que ha entrado. Parece que el personaje estaba volando y al
fin aterrizó, o algo así.
(El autor quiere
introducir el desayuno del guardia civil, que pronto tomará protagonismo cuando
lo vomite al ser pateado en el estómago)
Original: Hay
días, como hoy, en que la suerte le sonríe y ha podido hincar el tenedor en
unas migas que sobraron de la cena, y, quizá distraído en las reminiscencias
del ajo, el pimentón y la panceta que
aún permanecen en el paladar, Lobito no se percata de un movimiento que se
produce a su espalda.
NOTA: O sea, el
guardia civil está en plena persecución y se distrae un segundo por el sabor
del desayuno en su boca… Extraño, y algo cómico. En general, la persecución
Original: Acurrucado
en posición fetal, logra evitar los daños severos que las primeras patadas le
habrían provocado en la cabeza, no así los causados por las tres siguientes, en
el estómago y el bajo vientre. Lo último que recordará el guardia civil Pedro
Lobato, alias Lobito, será que las migas recorrieron el mismo camino pero en
sentido contrario antes de salir de su boca.
Sugerido: En
posición fetal y protegiéndose la cabeza, logra evitar las severas heridas que las primeras patadas le
habrían provocado en el rostro, quizá hasta en el
cráneo, pero no así los traumatismos causados por las tres siguientes en el
estómago y el bajo vientre. Lo último que recordará el guardia civil Pedro
Lobato, alias Lobito, será que las migas de su desayuno
recorrieron entonces el mismo camino que en aquella mañana, pero en sentido contrario antes
de salir proyectadas por su boca.
(Segunda posible situación
cómica o extraña, ya que el villano parece que también va a vomitar al ver que
el guardia civil ha vomitado).
Original: Contagiado
por el olor a vómito, Jacinto Padilla no puede evitar que las náuseas y las
arcadas lo sacudan, y se aparta para no vomitar sobre el rubio cabello del
muchacho al que acaba de dejar inconsciente, lo cual es cuando menos
paradójico, dado que ha sido capaz de consumar sin inmutarse actos que harían
palidecer a cualquier ser humano.
Sugerido: Afectado por el olor a vómito, Jacinto Padilla no
puede evitar que las náuseas y las arcadas lo sacudan, y se aparta para no vomitar
sobre el cabello rubio del muchacho al que acaba
de dejar inconsciente, lo cual es cuando menos paradójico, dado que ha sido
capaz de consumar sin inmutarse actos que harían palidecer a cualquier ser
humano.
Original: Tras
recoger el revólver del suelo y guardarlo en la bolsa de viaje, que no piensa
soltar, emprende la carrera hacia la puerta corredera que ha localizado en la
esquina opuesta.
Sugerido: Tras
recoger el revólver de su víctima del suelo y
guardarlo en la bolsa de viaje, que no piensa soltar, emprende la carrera hacia
la puerta corredera que ha localizado en la esquina opuesta.
NOTA: se da por
sentado en el revólver cae de la mano del guardia civil, pero hay muchas
descripciones cruciales que se podrían haber incluido en lugar de muchos detalles
mundanos.
Original: Sin
embargo, por esa rendija se cuela la culata de una Remington que impacta con
extrema violencia en la boca de Padilla, provocando que pierda la verticalidad.
De espaldas en el suelo, dolorido, introduce la mano en la bolsa buscando el
arma, pero el cañón que le apunta a la cara le disuade.
Sugerido: Sin
embargo, por esa rendija se cuela la culata de una Remington que le impacta con extrema violencia en la boca,
provocando que pierda la verticalidad. De espaldas en el suelo, dolorido,
introduce la mano en la bolsa buscando el arma, pero el cañón que le apunta a
la cara le disuade.
NOTA: En toda la descripción
de los hechos se habla siempre del mismo personaje, por lo tanto sobra citar su
nombre otra vez ya que no hay confusión posible.
Aquí termina la
introducción a la novela.
En general hay
cosas buenas, y algunos detalles que me gustaron… como:
Esto: Es tener la certeza de que si ella se lo pidiera de nuevo, volvería a hacerlo sin dudarlo. Volvería a matar a sangre fría. Volvería a desmembrar un cuerpo. Volvería a alimentar a los marranos con su carne.
O esto: Como un
animal salvaje enjaulado, el hombre de la cicatriz en el rostro camina de un
lado a otro sin levantar la mirada de las desgastadas puntas de sus zapatos.
Pero… en general,
el texto resulta un poco inocente y falto de personalidad, acartonado, sin
sorpresas.