domingo, 22 de abril de 2018

Taller literario Nº 25 (el éxito de sagas literarias)


En el post de hoy hablaremos de historias (novelas) que son un éxito por los distintos méritos que pueden convertir un texto en algo increíble, en algo que mueve masas porque tiene un ingrediente especial.



JUEGO DE TRONOS

El primer caso que se me viene a la cabeza es el de la saga Juego de Tronos. La literatura de aventuras de épica medieval siempre ha sido vista como “cosa de niños”. Las sagas literarias del género se proyectaban para el lector juvenil (y adulto), pero era obvio que, aunque en ella hubiese muertes y matanzas (no es lo mismo), mantenían, de todos modos, el mismo aire “inocente” de las películas de superhéroes (por poner un ejemplo). Dragones, hechizos, gigantes, bosques encantados, armaduras mágicas… y, generalmente, aventuras de un grupo de valientes muy variopinto que se desplaza de un confín a otro de un mundo plagado de lugares fantásticos y razas extraordinarias, quizá buscando el arma definitiva para derrotar al malo malísimo de turno.

En esencia, Juego de Tronos se ciñe relativamente a estos conceptos básicos del género. Es obvio que nadie escribiría aventuras de fantasía épica sin una gran guerra de por medio, como es imposible hacerlo sin un rey o reyes, sin un brujo, sin algunas bestias fantásticas…

¿En qué radica, pues, el extraordinario éxito de esta saga? La respuesta es que, aparte de que este autor (George R. R. Martin) sabe enredar la trama de forma sorprendente y que emplea unos diálogos muy ingeniosos, Juego de Tronos incorpora los ingredientes que habitualmente faltaban en este tipo de obras a fin de aproximar un poco más el auténtico medievo a la épica literaria de castillos y reinos. Si leemos un poco de historia enseguida nos daremos cuenta: conspiraciones, envenenamientos, emboscadas, traiciones, casamientos pactados… y ahora, palabrotas… sexo.

…Ya sabemos que también muere gente. La que sea. Eso innova mucho. Eso atrae a los lectores y, por otro lado, es muy realista, pues la vida misma (la de palacio en este caso) nunca ha tenido preferencia por nadie. De hecho, la obra se cimienta más en los excesos de la conducta humana que en los excesos de la magia y la fábula (pocos seres mitológicos, menos brujería, etc).

Ciertamente, así se crea tendencia. Ya le han salido imitadores. Y ojo, que la palabra imitar no es del todo justa. Si lo fuese, diríase con justicia que George R. R. Martin imita a Tolkien, lo cual no es cierto porque todos los autores, absolutamente todos (por no hablar de otro tipo de creadores o artistas) imitan, o más concretamente se inspiran en sus predecesores. Poco a poco, los géneros salen de su propio nicho y dejan de estar estancados en más de lo mismo. Cuando esto ocurre (te sales de la rutina), pues, tienes un best seller. Es el caso de Juego de Tronos, indudablemente. No lo olvides para tus siguientes trabajos.



HARRY POTTER

Esta obra literaria ha sido un verdadero bombazo por un motivo distinto al anterior. Las innovaciones son algo más relativas, y creo que la gran virtud de este increíble trabajo literario se basa en que ha nacido directamente como clásico. Teniendo en cuenta que, por naturaleza, muchas aventuras británicas traen de la mano ese aire añejo apenas por citar una calle inglesa, la saga de J. K. Rowling tiene la increíble virtud de transmitir la sensación de que su historia existe desde siempre, que no solo nos suena el estilo, sino hasta los personajes… como si los conociésemos de toda la vida. Creemos estar leyendo un libro de nuestra juventud, algo que ya nos es conocido. Incluso, que la saga Harry Potter es tan obvia en sí misma que no podría existir de ninguna otra manera.

De otro lado, no solo se escribió atemporal, sino con un carácter universal a la hora de elegir a sus lectores. Lo ha leído todo el mundo, despertando a muchos niños que muchos creíamos olvidados en nuestro interior.

Llegar a este nivel es un poco más complicado. Quizá es la obra cumbre que un autor solamente tendrá una vez en su vida, como parece estar ocurriendo con la señora Rowling (y espero, deseo, equivocarme).



SAGA CREPÚSCULO

Si bien es cierto que, con algo de perspectiva, esta aventura literaria (y cinematográfica, como es obvio en los tiempos que corren) es agua pasada a tenor de cierta gente que la detesta y, a estas alturas y ya pasada su fiebre, quizá hasta nos pueda parecer un poco ridícula, el bombazo crepúsculo tiene su origen en la innovación dentro del género de vampiros, en este caso haciendo una especie de Romeo y Julieta que no se queda como tal, sino que sugiere (intenta) una especie de círculo amoroso no solo entre el vampiro y la chica, sino que de por medio hay un hombre lobo que también se enamora de ella.

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Javier Ramírez

Innovaciones secundarias como el tratamiento que se da a los vampiros (no mueren a la luz del día, sino que brillan como con piel diamantes cuando se exponen al sol) no justifican para nada su éxito, pero aportan un dato curioso. Sí que, de todos modos, nos hallamos con los personajes perfectos para con la trama (nombres, personalidades, actitudes) y una vida de instituto (que da mucho juego). La novela romántica juvenil (o para adultos con personajes jóvenes) está despuntando hoy día, sobre todo en las que a amores más imposibles que nunca se refiere (romance paranormal, un género que parece haber nacido con esta saga a la que espero, algún día, se le reconozca ese mérito).



50 SOMBRAS DE GREY

Si bien estamos ante otra historia de caballero medieval versus princesa (un pretty woman de manual), ahora le metemos al asunto la afición del chico a los juegos eróticos, al supuesto sado, dominación, o lo que quiera que se llamen esas cosas. La chica, cuya personalidad es prácticamente calcada a la de la chica de Crespúsculo (aunque menos patosa) se “somete” al galán joven y atractivo, y sobrado de dinero.

La saga despertó sensualidades perdidas por ahí de los hogares, y reveló las fantasías de cama de muchos. Sí, las mujeres también estaban hambrientas de todo esto y esta saga ha relevado esta realidad… por otro lado, más lógica imposible.

El lado oscuro de todo esto, de todos modos, es el debate sobre si el personaje masculino ejerce machismo sobre ella. No en la cama, claro está, sino en la vida cotidiana; es un controlador. Hablamos de un libro ampliamente aceptado por el sector femenino, el que considera que Christian Grey, pese a todos sus defectos, sigue siendo un buen partido. Quizá hay detalles que cabría analizar en un estudio social, pero bueno, eso es para expertos en el tema; nosotros, desde el punto de la literatura, debemos quedarnos con las claves de su éxito.